lunes, 29 de marzo de 2010

¿Para qué?

Me voy a cortar el pelo porque estoy cansada de la vida.
Todo igual.
Y te preguntas, ¿para qué?
¿Para qué hacer el esfuerzo de levantarte cada mañana cuando lo que te apetece es seguir durmiendo días y días?
¿Para qué hacer el esfuerzo de hablar por teléfono con una amiga?
¿Para qué hacer el esfuerzo de estudiar para un examen?
¿Para qué hacer el esfuerzo de ver a tu familia?
¿De viajar, de aprender, de pensar, de respirar, de amar?
Todo se consume poco a poco, y nos conduce a nuestro inevitable fin.
Sabemos que esto que llamamos vida, o rutina, se acabará algún día.
Nos acabaremos, consumiremos.
Y aun así, hacemos el esfuerzo de ser felices, de hacer algo con nuestra existencia.
Pero en realidad, ¿para qué sirve todo eso?
¿No sería mejor si nos limitaramos a existir sin esforzarnos por nada, descansando de vivir, esperando un final que después de todo, llegará unos años antes o unos años después?
¿No sería mejor si nos limitaramos a elegir aquello que nos hace más felices en cada momento sin pensar en un futuro incierto?
¿Y si en vez de perseguir un futuro ambicioso, con carrera en la LSE y viajes por todo el mundo me dedicara a viajar y a vivir de aire y lectura hasta consumirme?

Influencias Beauvorianas y Sartrerianas a altas horas de la noche pueden resultar perjudiciales para su salud.
Le pueden llevar a un existencialismo adaptado a su personalidad.

"¿Para qué preocuparse por la dicha de una humanidad que no tiene razón de existir?
El problema no es hacer la felicidad de los hombres, sino encontrar un sentido a su existencia"
Simone de Beauvoir, Memorias de una joven formal

No hay comentarios: