Claire.

Como una Claire arrasada por Byron.
Como una Beauvoir suspirando por Sartre.

Esa es la definición correcta de amar.
No hay más,
los contratos, las normas, las apariencias, los reglamentos...
No existen.
No duran.
No perduran.
Al final solo queda lo que sientes.
Y lo que deseas.

Tengo
miles y miles de
planes, para hoy,
ayer, mañana,
para cuando vuelva,
vuelva a verte,
inspirar tu aroma,
saborear tus labios,
envolverte en mis
brazos..
Hacernos vibrar...

Quedan los suspiros, el temblor, el pulso acelerado, los roces,
los movimientos acompasados, los abrazos, tus brazos,
los cuerpos, los susurros, las pasiones, los momentos...
Cuando no te siento aquí,
lo que recuerdo,
lo que añoro,
es tu palabra,
y tu calor.

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo,
lo que me gusta de tu sexo es tu boca,
lo que me gusta de tu boca es tu lengua,
y lo que me gusta de tu lengua es la palabra.