sábado, 23 de enero de 2010

Yo, él.

Seamos libres, y por tanto, cursis.
Porque, si, el ser humano es enamoradizo, y por tanto, estúpido.
Porque, si, somos horriblemente sociales, y por tanto, dependientes.
Y no en ese sentido malo y feo de la palabra.
Sino en el sentido de los suspiros y la impaciencia.
En el sentido de la nostalgia y del recuerdo.

Hoy. Esta semana.
Que buenos recuerdos me van a quedar.
¿Y cuál fue tu primer amor?
Una caricia. Una caricia que vale como mil besos.
Y los besos, los besos valen tanto más que otros besos.

El Starbucks, y el Retiro, y los Dore y el Café.
Y sus manos. Y sus labios. Y sus ojos.
Y sus manos. Y su voz.
Divino.

Y el corto. Buenísmo.

- ¿Tiene hobbies?
- Si, abrir puertas.

Sally Potter, Historia de Londres

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