lunes, 5 de abril de 2010

Recuerdos.

Y me doy cuenta de que todo lo demás ahora me da igual.
De que lo único que deseo en estos momentos,
es sentirte.
Aquí. A mi lado.
Que lo único que deseo es que me abraces,
que me acunes, que me beses,
que me tengas, que me apoyes,
que me ayudes, que me hables,
que me mientas, que me quieras.

Que me da igual que clase de relación tengamos,
o cuanto tiempo vaya a durar.
Porque tan sólo pido un segundo.
Pido que me abraces un segundo,
y después ya puede ocurrir lo que sea.
Que me da igual que un día pueda estar triste,
o que seamos imprudentes,
o que descuide otras cosas cuando estoy contigo.
Porque lo único que quiero ahora
es oir tu voz.
Al menos al otro lado del teléfono.
Y recuerdo,
nos recuerdo aquel primer día...

Tan inesperado.
Tan impredecible.
¿Quien nos iba a decir?
Creo que hasta me daba un poco de pereza ir al cumpleaños de Laura.
Y no sé.
Todo.
El viernes siguiente, el Starbucks, el cine, el Retiro, el café...
Y me da la sensación de que nos conocíamos poco, pero mucho más de lo que era posible.
Se me hace lejos.
Se me hace lejos incluso cuando vimos Match Point en mi sofá.
Y lo fuimos viendo a trozos.
Porque no aguantabamos dos horas tan cerca del otro y sin sentirnos.
Se me hace lejos incluso cuando vino tu madre.
Y cenamos en el restaurante etíope.
Se me hace lejos incluso la última noche que dormí a tu lado.
Se me hace lejos incluso la última vez que hablamos por teléfono.
¿Y sabes por qué?
Porque cada segundo sin ti son horas.
Porque se hace eterno esperar una llamada que sé que hoy no va a llegar.
Porque el tiempo se multiplica cuando aguardas.
Te echo de menos.
Puedo dormirme pensando que me abrazas,
pero cada despertar es más duro todavía que el anterior.

Una pequeña prueba esto, no?
Casi un mes separados.
Ya solo queda 1 semana.
Hazme un hueco en tu cama cuando llegues,
y por favor, hazme otro hueco en tu corazón,
y que no se borre cuando no me veas.
No gusto de hacer declaraciones de amor por blog.
Pero...pero te quiero.
Y ya no sé si lo digo por desahogarme,
por intentar que te vayas por lo menos un segundo de mi cabeza.

Sé que ya ha estado esta canción aquí,
pero ahora me pega repetirla.

No hay comentarios: