domingo, 21 de febrero de 2010

Antítesis.

Tengo acumuladas en mi cabeza varias historias.
Imágenes que llevan a palabras.
Pero no se que me pasa,
como si me diera miedo escribir.

Ahora mismo tengo miedo.
De varias cosas.
Algunas ni siquiera se pueden escribir.
Los domingos por la tarde lluviosos, antitéticos de las soleadas mañanas de sábado, solo me llevan a tener ganas de llorar.

Los domingos por la tarde la preocupación se come a la esperanza.
La culpabilidad se traga la tranquilidad.
La tripa se revuelve, y no es de felicidad.
Es de ponerte en el peor posible de todos los casos que se están jugando.

Ya lo he dicho en múltiples ocasiones, deberían desaparecer este día del calendario.
Los apuntes de lengua me dicen que les lea,
pero mis ojos, llenos de lágrimas no me dejan concentrarme.

Todas las dudas, los interrogantes inundan mi cerebro...
La luz es horrible.
El frio es horrible.
Quieres meterte a la cama, taparte bien y no levantar cabeza hasta que todo se haya resuelto.
Por lástima, la vida no es así.
Y los problemas, o los resuelves o se quedan ahí, mirándote.
Hay que mostrar la cara.

Y a pesar de todo esto...Soy feliz.
Maldito karma.
No debería volver a hacer eso.
Echarle la culpa al karma.
De hecho, los problemas que tengo, las preocupaciones, todas son mi responsabilidad.
Todas las podía haber evitado.

Tengo miedo de mandar la solicitud y que sea un no.
Ya no hay más tiempo,
ni más oportunidades.

Las historias...ya las escribiré.
Otro día más, alegre...

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