sábado, 26 de junio de 2010

Mi casa se cae porque no estás aqui.

El aire huele a ti,
mi casa se cae porque no estás aquí,
mis sábanas, mi pelo, mi ropa te buscan a ti.
Mis pies son como cartón
que voy arrastrando por cada rincón,
mi cama se hace fría y gigante
y en ella me pierdo yo.

Así estoy yo sin ti.
Y que raro se hace todo.

Creo que por primera vez llevo en la cara escrito tengo novio.
No solo eso.
Más bien "estoy enamorada de mi novio".
No puedo evitar sacar la palabra Joel o Argentina o Suecia o cualquier cosa que me recuerde a ti cada dos frases en una conversación.
Y si lo evito, eso no cambia que esté pensando en ti.

Te echo de menos, le digo al aire,

te busco, te pienso, te siento
y siento que como tú no habrá nadie.

Y casi me da miedo la fuerza con la que siento esto.
Y no es que me aburra,
que no pueda estar sin ti.
Realmente me he divertido con Lily y Alberto hablando de drogas y familias,
en ese sitio tan bonito.
Y me gusta conocer un lado más íntimo de las personas.
Se estaba muy agusto.
Bebimos unos tragos rebuenos.
Pero no puedo evitar que me salgan vocablos argentinos.
Porque te tengo permanentemente en mi cabeza.
Sentados en los sillones retros tomando margarita no podía evitar pensar que te gustaría ir a ese local.
Y se me escapó un, "¿qué decís?"
Así andamos, con un tonito inconsciente que me recuerda a vos.
Que suena maravillosamente mejor que el tono gallego.
Pero no vengo aquí a hablar de aquello,
sino de que solo llevo diez horas sin ti y ya te echo de menos.
Sobretodo ahora,
que me he tapado con la manta.
Y todo sabe artificial,
porque hace demasiado que no beso tus labios.

Tengo realmente miedo.
Y aunque suene a infantilismo enamorado,
no es bastante con decir que siempre vas a ser una de las personas más importantes de mi vida,
que ya lo has sido.
No es bastante.
Tengo que decir que no pienso decirte un maldito adios.
Porque sea como sea,
será un hasta luego.
Me da igual si luego significa 4 meses, 1 año o 2 años.
Pero cuando salga del Li Po Chun, me da igual si por alguna casualidad inpensable ahora,
me he conseguido enamorar de alguien, si tengo planes por un siglo y ni un pequeño hueco en la agenda.
Me da igual si tienes novia, familia que ver, amigos, planes o estudios.
Cuando salga del Li Po Chun (maldito sabor agridulce que tienen los sueños, que cuanto más los has perseguido, más piedras te ponen en el camino, ya no para conseguirlo, sino para disfrutarlo), voy a coger un avión a Gotemburgo, Madrid o B.Aires.
A dónde quiera que estés.
Voy a coger un avión y voy a aparecer en tu habitación.
Te voy a abrazar como nunca lo he hecho.
Te voy a hacer el amor como nunca lo he hecho.
Porque te amo.
Porque da igual si amo a otra persona,
eso no puede cambiar.

Tengo razones para no quererte olvidar
porque el trocito de felicidad
fuiste tú quien me lo dio a probar.

No sabes lo feliz que me hace estar a tu lado.
Te amo.
Y es la declaración más sincera que jamás he hecho.
De verdad tengo miedo a dormir sin ti.

Mis lágrimas son charquitos
que caen a mis pies.
Te mando besos de agua
que hagan un hueco en tu calma,
te mando besos de agua
para que bañen tu cuerpo y tu alma.

Que saladas son las lágrimas.

No hay comentarios: