Vuelvo a repetir que tengo muy pocas entradas dedicadas. Pero no lo puedo evitar. 

Os la dedico, mis actrices favoritas. 

De verdad me dan ganas de dejar un gran espacio debajo, a ver si con eso logro transmitir lo que siento, ya que con las palabras no puedo.

Ha sido precioso saludar entre vosotras, gritaros que corrierais tras Tartufo, y sobretodo, empezar la obra de la mano, sabiendo que pasara lo que pasara, estabáis allí, como lo vais a estar siempre. 

Es lo que me encanta de trabajar con vosotras, no se puede sentir nervios, ni miedo, cuando sabes que las personas que están contigo, no te salvarían si te equivocas en el texto, te salvarían si te cayeras a un río lleno de cocodrilos. 

Porque esa es la confianza que tengo en vosotras, y porque esa es la seguridad que me gustaría prestaros. 

Siempre hemos hecho juegos en grupo, dejarnos caer sobre los otros. 
Me acuerdo que un dia (creo que fue Mariajo) contó que había un ejercicio que era tirarte encima de tus compañeros, para que te sujetaran, desde una escalera altísima. 
En ese momento pense que me daría muchísimo miedo.

Hoy se que con gente como vosotras, eso sería tan sencillo como tirar una moneda al aire. 

No solo os quiero y os admiro. Os necesito, cada vez un poco más, algo más cada día, hasta el punto de que viendo Noviembre en mi mesa, no paro de pensar en que nada, nada nos puede separar. 

Se que tenemos un libro que va a ver mucho mundo. Y si de verdad pudiera sentir, no solo iba a ser muy sabio, sino que iba a notar que entre sus dueñas, se respira un aire diferente. 

En serio, podría seguir escribiendo horas y horas, pero creo que hay que saber parar.

No se si os lo he dicho alguna vez, Os quiero.