jueves, 27 de mayo de 2010

Amistad.

Otra entrada dedicada a la amistad.
Hoy tenía un relato que escribir, basado en hechos reales.
Pero mi día ha dado un vuelco en las últimas 2 horas que ha hecho cambiar el sentido de esta entrada.

Echar de menos, amistad, reencuentros...
Son cosas ya escritas.
Pero a veces hay que repetirlas.
Para darnos cuenta.

2 horas en un bar de la calle Ancora.
Y la perfecta risa infantil, pura, sana:
como cuando nos poníamos gomas en la cabeza,
como aquel cero en matemáticas,
como cuando nos tragaron las arenas movedizas...
Recuerdos, de muchos años.
Y casi se me llenan los ojos de lágrimas cuando pienso en lo poco que nos vemos,
y lo mucho que nos hemos necesitado.
¿Cómo serían ahora nuestras vidas si no nos hubiéramos distanciado?

Hoy, nos he visto muy cerca.
Cada una tomo su camino...
Y parece que comienzan a converger.
Ahora que me voy, no?

Ha sido bonito.
Recuerdo como fuimos perdiendo amistad,
y sin embargo,
hoy...
Muchas veces, los reencuentros como si nada hubiera cambiado,
como si siguieramos sentandonos juntas en clase.
Y te puedo contar tantas cosas,
y me cuentas tantas cosas.
Que el tiempo parece no haber pasado.

Pero no quiero ponerme nostálgica, triste...
Ni por ti, ni por tus padres, ni por tu hermano...
Prefiero reírme recordando de verdad tantas conversaciones,
tantas bromas...
Tantas pizzas y colacaos en tu cocina.
Jugar a las polly-pocket.
A los sims.
Escuchar simple-plan y bailar Shakira en mi salón.
Preparar los bailes para nuestros padres juntas.
O espiarles con el kit de espías detrás de la cocina.
Dar volteretas para atrás.
Y hacernos las dormidas con la esperanza de quedarnos un rato más juntas.

Un poco de nostalgia, de ganas de primaria...
De ganas de tener ocho años otra vez, sólo por unos meses.

No hay comentarios: