Ayer me dormi imaginandome como estaría si me dijeran que estaba seleccionada para el UWC.
Me imagine llorando y riendo con Marta y Luis.
Me imagine buscando vuelos baratos.
Me imagine hablando con mis padres.
Y me imagine dentro de dos años, volviendo a un sitio que ya no sería mi hogar, y con la posibilidad de ir a otro lugar nuevo, quizás La Sorbona u Oxford, quizás una pequeña universidad de Inglaterra o incluso Estados Unidos, y pensé, pensé que si me iba este año, quizás fuese irme para siempre.
Y me pregunto una y otra vez si de verdad estoy preparada para dejar el nido.
Entiendo que si, entiendo que lloraré, pero entiendo, que es lo que debo hacer, que si quiero cumplir mis sueños, que si quiero ser algo para ayudar al mundo, que si quiero descubrir cosas nuevas, esto me va a abrir muchas puertas, y merecen la pena las lagrimas que derrame.
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